NATURALEZA Y DIGNIDAD HUMANA

UNA REFLEXIÓN ANTE LOS DESAFÍOS BIOTECNOLÓGICOS DESDE LA FILOSOFIA DEL DERECHO

Resumo

El objetivo de la ponencia es proponer las líneas principales de una antropología filosófica de corte personalista, que rescate los conceptos fundamentales de dignidad y naturaleza humana, como fundamento sólido de los derechos humanos, frente a los nuevos desafíos bioéticos y tecnológicos actuales. Para ello, en primer término, trataré de analizar el contexto actual, haciendo hincapié en el papel que juegan las corrientes transhumanistas que pretenden desnaturalizar a la persona humana haciendo un uso de la ciencia y la técnica de manera ilimitada y traspasando barreras de la ética. El hombre está sumido en una profunda crisis de identidad, debido a que no quiere y muchas veces no puede tener a la vista el fin de su existencia. Los valores, que son medios para llegar a ese fin, se diluyen en una sociedad insensibilizada gracias a la manipulación y a la falta de tolerancia. Los rápidos avances que estamos experimentado en los campos científicos y tecnológicos en el mundo actual, exigen una reflexión académica acerca del hombre, su libertad y su actuar ya que junto a estos progresos pueden aparecer enormes peligros y amenazas. Por ello el bioderecho tiene la inmensa responsabilidad de dar respuestas a aquellos retos que se presentan como lícitos, en un mundo moderno, que ante la realidad que percibimos no ha superado este debate. Lo que se propone en esta comunicación solo tiene sentido recuperando el significado de la naturaleza humana y partiendo de su dimensión normativa. Así, la naturaleza “es la esencia de cada ser, en tanto que es principio de sus operaciones y de su cumplimiento; implica finalidad e inteligibilidad”, según señala Fabrice Hadjadj. Tras esta parte de contextualización, que incidirá sobre los rasgos de la sociedad hipermoderna, se abordará concretamente el fundamento último de la dignidad humana y consecuente protección de sus derechos fundamentales, aquellos que le pertenecen por el mero hecho de ser persona y no por ser dados por una convención. El propósito de esta ponencia es resaltar que “el respeto de la dignidad de la persona humana, más allá de toda circunstancia, se sitúe en el centro del compromiso por el bien común y de todo ordenamiento jurídico”.