LA ACTUALIDADE DEL MENSAJE DE VACLAV HAVEL, DISIDENTE, EN EL OCCIDENTE NIHILISTA
Palavras-chave:
nihilismo, irreductibilidad del yo, vida, sistema, experienciaResumo
A partir de la filosofía de la experiencia común de Capograssi y a propósito del 50 aniversario de Archipiélago Gulag y Vivir sin mentira, quise retomar el rico legado del movimiento disidente de la Europa del Este. Tras un artículo sobre Solzhenitsyn, lo que me llevó a estudiar la vigencia del mensaje del Havel disidente fue el trabajo con mis alumnos de Todo fluye de Grossman. Me chocó ver prevalecer en ellos un cinismo incapaz de ver en la historia nada más que mal y violencia. Parecían sordos a lo más imperecedero del testimonio del escritor judeo-ucraniano: la afirmación de la irreductibilidad del yo y de la primacía de la vida, que es libertad, sobre el mal, absurdo e inútil, de un sistema totalitario que pretendió acabar con ellas para realizar su proyecto de un hombre y un mundo nuevos, y que, en su barbarie, demostró fácticamente la falsedad del axioma hegeliano «todo lo real es racional». Sin disminuir un ápice el escándalo del mal, ni ahorrar esfuerzos a la hora de denunciar aquel infierno, y al margen de todo credo concreto, Grossman y Havel encarnan una religiosidad auténtica que consiste en la revolución en defensa del ser humano concreto. Al admirar la existencia de la conciencia y fijarse en el poder de vivir en la verdad, frente a la mentira del sistema, también Havel presta más atención al bien que al mal. Sólo si existe el bien, aunque sea la excepción, cabe reconocer el mal y considerarlo tal. En el nihilismo no hay bien, ni mal, sino un determinismo fatalista del que no cabe escapar: desaparece la libertad, nos abandonamos inermes a los poderes fácticos, el sinsentido lo envuelve todo y nadie responde de nada. Frente a la duda absoluta propia de nuestro tiempo, que paraliza, educar en y para la libertad implica elegir la positividad como punto de partida. Esta opción, que nada tiene de optimismo fofo, marcó la vida y obra de Havel. Nos centraremos en el período de la disidencia y en sus obras no teatrales: El poder de los sin poder, Cartas a Olga y sus discursos más famosos.