BIOPOLÍTICA Y DERECHOS HUMANOS
Keywords:
BIOPOLÍTICA, ABORTO, EUTANASIA, IDEOLOGÍA DE GÉNEROAbstract
La biopolítica es uno de los conceptos de nuestro tiempo. La biopolítica cobra reputación con Michel Foucault, el filósofo francés del mayo del 68. Biopolítica y gubernamentalidad son los dos temas principales de sus últimas obras. La biopolítica es el gobierno sobre el bíos, la vida en sentido material, corporal. Las proyecciones de Foucault, fecundas, han sido desarrolladas por pensadores principalmente italianos, como Giorgio Agamben o Roberto Esposito, pero sus implicaciones cunden en investigaciones a ambos lados del Atlántico (French Theory). Medidas biopolíticas fueron las adoptadas durante la pandemia del Covid. La “salud pública” es una de sus manifestaciones. La implantación masiva de vacunas y el uso cotidiano de mascarillas, símbolo de prevención y control, solo puede explicarse por la jerarquía de los saberes técnicos, que convierten al médico en autoridad de referencia, tensando los derechos individuales. La biopolítica tiene un sentido ambivalente, difuso, pero incide en dos planos: en sentido positivo, tiende a proteger el bios, la vida, con la promoción de medidas centradas en la salud; su campo natural de acción es el cuerpo (corpore sano, básicamente); desde la práctica del deporte hasta la dieta equilibrada, desde las bajas por maternidad hasta los “equipos de protección individual”, que emplean las enfermerías o los bomberos, la biopolítica protege el bios como un bien jurídico único, irremplazable. Pero en sentido negativo, ambivalente, la biopolítica y su “biopoder” muestran un pliegue tanatológico (Bazzicalupo). La biopolítica fue lo propio del régimen nazi, a través de dispositivos como los campos de exterminio o las cámaras de gas, con ideas como el espacio vital, la pureza de la raza aria o la “solución final” aplicada a la población judía, considerada por Hitler como vida inferior, de segundo orden. En aquel momento, la nuda vida (Agamben), confinada en los campos de concentración, hizo del derecho un paréntesis, un estado permanente de excepción. La biopolítica nazi acarreó la muerte de millones de personas en los años cuarenta del pasado siglo, hecho que aún pesa en la conciencia de la humanidad. Semejante pliegue tanatológico, biopolítico, no es cosa del pasado, desgraciadamente. Hay tres fenómenos actuales que merecen destacarse, por sus profundas implicaciones, no solo morales sino también vitales. Se trata del aborto, la eutanasia y la ideología de género. Los dos primeros tienen en común la toma en consideración de la vida humana en su totalidad; el tercero toma en consideración el cuerpo. Los dos primeros (aborto y eutanasia) suponen medidas directas de control de la población. El aborto impone el control de las fuentes de la vida y la eutanasia el control de las causas de la muerte, mientras que la ideología de género centra su control en la población adolescente. Los tres componen intervenciones directas en los cuerpos, que diría Foucault: el cuerpo del nasciturus, la embarazada, el anciano, el joven. Si todos ellos no fueran personas, nos centraríamos en la materialidad de sus cuerpos; pero como son –somos— personas, el poder narcótico de la tanatopolítica está ya disciplinando los espíritus.